Magistral conferencia es tal vez, el adjetivo correcto para lo que sucedió el día de hoy en las instalaciones del Teatro Morelos en la Ciudad de Morelia en el marco de actividades del 11° Festival Internacional de Cine de Morelia.
Fue una lección de vida para todos los asistentes pero sobre todo, Jodorowsky nos compartía su lección de vida.
"El cine que yo les ofrezco sirve para encontrarse a sí mismos después de años de batallar", a sus 84 años, Alejandro aún parece un jovenzuelo, danzando alegremente por el escenario, haciendo reír al público.
"Cuando grabé Fando y Lis yo no sabía ningún término de cine. No vayan a una escuela de cine, no vale la pena". Con éstas sinceras palabras, Alejandro nos daba una cátedra sin tapujos de lo que és realmente el cine y la diferencia y banalidad del cine comercial.
Historias de vida fueron las que compartió en una hora y media, de cómo empezó con el budismo zen junto a su maestro japonés, quien le ponía pruebas, historias chuscas de personas que no podían resolver pequeñeces de la vida o de cómo tardó 7 años en la biblioteca para restaurar el tarot de Marsella.
Jodorowsky es todo un personaje y un libro de fantásticas historias. Tan interesante como pueden ser todas sus novelas y sus remarcables películas de culto. "No se a qué vienen a escuchar a este ataúd de carne en el que adentro vive un ser infinito".
Un teatro en el que gritamos y reímos, un Jodorowsky que nos instó a encontrar nuestro tesoro interior y explotarlo, a ser apasionados con lo que amamos hacer porque eso es el comienzo de la felicidad.
Un Jodorowsky que nos remontó a historias de un duelo que tuvo con el Indio Fernández y experiencias de trabajo con Irma Serrano "La Tigresa".
"Sabéis acariciar el aire? Sabéis que es un minuto? Es todo el universo."
Alejandro Jodorowsky nos deja simplemente sin aliento cuando nos revela que su nueva película "La Danza de la Realidad" no es nada como algo que ya hayamos visto.
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